Se acerca septiembre y a pesar de que la primavera aún no llega, los molestos síntomas de las alergias estacionales comienzan a aparecer ¿Cómo aliviarlos?
Es en los meses de agosto y septiembre cuando se inician y agudizan los síntomas de las alergias estacionales. Más del 25% de la población en Chile sufre de alergias respiratorias.
La época de polinización, comienza generalmente a mediados de agosto, con el famoso plátano oriental.
Desde entonces y hasta finales de la época estival se “desarrollan distintos tipos de pólenes, los cuales coinciden con la polinización de los árboles que se inicia en primavera”, así lo explicó la doctora Stephania Passalacqua, infectóloga y coordinadora de laboratorio de Clínica Alemana Osorno.
En octubre, aumentan los pólenes de los pastos (gramíneas), finalizando la temporada a fines de febrero-marzo con los pólenes de malezas.
A pesar de que la mayoría de las personas que tienen rinitis alérgica, presentan síntomas estacionales, también hay casos en que los malestares son permanentes y persistentes en el caso de los agentes como los ácaros de polvo de la habitación y epitelios de animales.
Síntomas
Las personas con rinitis alérgica, suelen tener malestares que los lleva a tener mal dormir, irritabilidad y períodos cortos de concentración, dentro de los síntomas más comunes están:
- Rinorrea o goteo nasal
- Congestión nasal
- Estornudos
- Ojos llorosos y/o rojos
- Picor de ojos o nariz
- Tos
- Picazón de garganta
Tratamiento
Los tratamientos para las alergias estacionales son, generalmente en base a medicamentos con antihistamínicos y corticoides inhalatorios nasales, los cuales ayudarán a controlar la inflamación de la vía respiratoria y, por consecuencia aliviará los síntomas.
A través de una inmunoterapia, es decir por medio de inyecciones mensuales, es posible abordar la rinitis de manera definitiva, dependiendo del alérgeno que sea.
Recomendaciones
Para aquellos pacientes con alergias estacionales es aconsejable iniciar los tratamientos antes que se inicie la época de polinización, entre la segunda o tercera semana de agosto, para así poder mantener controlado los síntomas y molestias típicas de la “bendita y odiada” primavera.
