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Radiografía de pelvis en el recién nacido

La radiografía de pelvis está en la lista de exámenes preventivos infantiles. Se solicita en el tercer mes del recién nacido con el fin de diagnosticar tempranamente una posible displasia de cadera. ¿En qué consiste y cuál es su preparación? Aquí te contamos más información:

La radiografía de pelvis, también conocida como radiografía de caderas, es un examen de imágenes indicado en el tercer mes de recién nacido.

Su finalidad es detectar displasia de cadera, una patología cuya incidencia es de 1 por cada 400 a 600 recién nacidos vivos, según datos del Ministerio de Salud.

Displasia de cadera

La displasia es una enfermedad provocada por el retardo en el desarrollo o maduración de los elementos de la cadera, provocando trastornos que van desde una subluxación, hasta la alteración total o luxación.

Según su nivel de gravedad, estos cuadros pueden causar dolor, cojera o diversas limitaciones de movilidad, por eso es importante detectarlo precozmente e iniciar un tratamiento integral.

Objetivos del examen

  • Detectar precozmente la displasia de cadera e iniciar un tratamiento rápido en el lactante.
  • Mejorar la capacidad funcional y calidad de vida a largo plazo.
  • Disminuir la incidencia de enfermedad degenerativa de la articulación, dolor y limitaciones de la movilidad a futuro.

 

Preparación para una radiografía de pelvis

La radiografía se realiza con el niño acostado y un padre o tutor acompañándolo. El examen es seguro e indoloro, por lo que no afectará al menor de edad.

La imagen que verá el especialista mostrará los tejidos blandos, los huesos de la pelvis y las articulaciones de la cadera, lo necesario para poder hacer el diagnóstico de displasia.

El examen se tomará de frente y de costado, mientras que el recién nacido deberá estar quieto por unos segundos con el fin de obtener una imagen clara. Si esta se ve borrosa, el técnico deberá tomar otra.

Factores de riesgo de una displasia

  • Si la guagua viene en posición podálica, es decir, que en vez de cabeza venga de nalgas.
  • Si la mamá tuvo displasia.
  • Si la mamá perdió líquido durante el embarazo, dejando más estrecho el útero y dejando poco espacio para que la guagua se acomode.
  • Las niñas tienen más predisposición a presentarlo.
  • Ser primogénito.

 

Cabe mencionar que el pediatra podrá distinguir cualquier anomalía durante las primeras semanas del recién nacido, sin embargo, la radiografía de pelvis será crucial y se realiza a todos los niños nacidos en Chile con el fin de diagnosticar casos más leves y, por supuesto, a tiempo.