Para que el regreso a clases no sea un momento desagradable para los niños y adolescentes, existen algunos consejos que se pueden seguir en familia y así tener una adaptación sin problemas y de manera sencilla, para que todo el grupo logre ajustarse rápidamente a la nueva rutina escolar. ¿Cómo lograrlo?
Llegó marzo y para muchas familias el regreso a clases se vuelve realmente un desafío. Retomar la rutina escolar, hábitos y horarios puede que no sea fácil de conseguir. ¿Cómo lograrlo? Aquí en Clínica Alemana Osorno te contamos:
Consejos para retomar hábitos y horarios en familia
Según los especialistas, el período de adaptación a la rutina escolar puede tomar entre tres y cuatro semanas.
Un trabajo que no sólo implica que se acostumbren los niños y adolescentes, sino también los adultos, por lo que es necesario, para hacerlo de manera efectiva y rápida, sea realizado de manera conjunta.
- Tener Estructura. Es importante que los padres propongan una estructura a sus hijos porque facilita la adaptación. Pero se sugiere evitar ser demasiado exigentes. Lo ideal es que no sea tan rígida, ya que es necesario dar tiempo a los hijos de acostumbrarse al nuevo ritmo, de lo contrario demorarán más tiempo del esperado.
- Ser predecible. Lo fundamental de una rutina es la simpleza. Es decir, una rutina que sea sencilla, con límites claros que permitan al niño poder predecir lo que va a pasar. Esto generará seguridad.
- Fijar horario. Es fundamental definir con claridad los horarios de estudio, pausas recreativas, alimentación y sueño. Al realizar las tareas o en los horarios de estudio, es necesario contemplar pausas, ya que de lo contrario disminuirá la concentración e interés.
De igual manera es importante fijar las pausas recreativas, momentos de ocio, recompensas o premios una vez finalizado el estudio. Esto porque incentivará y motivará a que el pequeño adhiera dicha rutina.
En lo referente a horarios de alimentación, la recomendación es no comer después de las 20:00 horas para garantizar un horario de sueño no menor a las 8 horas.
- Saber escuchar. La importancia de generar un espacio en donde poder escuchar a los niños y adolescentes, permitirá entender y procesar este período de adaptación en conjunto.
Si es necesario, se puede cambiar o modificar la rutina, incluyendo a los miembros de la familia, especialmente a los niños, ya que esto generará que se sientan implicados, facilitando el proceso.
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