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pan, huevos, quesos

Infección por Salmonella o salmonelosis

La salmonelosis, es una enfermedad infectocontagiosa causada por un género de bacterias llamada Salmonella, que se propaga principalmente a través de alimentos contaminados. Conoce los síntomas, causas y tratamientos para prevenir y tratar esta infección.


En Clínica Alemana Osorno te contamos que la salmonelosis es una infección bacteriana que afecta principalmente del sistema digestivo, producto del consumo de alimentos contaminados.

Este microorganismo, presente en las heces de animales y humanos, puede prevenirse con prácticas de higiene y con una adecuada manipulación de alimentos.

Salmonelosis: síntomas, causas y tratamientos

La salmonelosis presenta síntomas que incluyen:

  • Fiebre
  • Diarrea
  • Sangre en las heces
  • Dolor de cabeza
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Calambres abdominales


Estos síntomas suelen persistir entre dos a siete días.

Contagio

La principal vía de transmisión de la salmonella es a través del consumo de agua o alimentos contaminados:

  • Carne de vacuno, ave, pescado, mariscos
  • Huevos crudos


Además, la propagación de esta bacteria se favorece por aseo de manos insuficiente y falta de lavado de alimentos.

¿Cómo se trata la salmonella?

No siempre es posible demostrar con métodos tradicionales la presencia de la bacteria. Existen métodos diagnósticos que mejoran esa posibilidad como como la PCR de panel gastrointestinal disponible en Clínica Alemana Osorno.

Debido a lo anterior, los tratamiento iniciales son los mismos de cualquier síndrome diarreico agudo.

Lo primordial en el tratamiento es la hidratación, especialmente en niños pequeños, ancianos y personas con enfermedades crónicas. La deshidratación puede ocurrir rápidamente debido los síntomas como diarrea, vómitos y fiebre.

En el caso de fiebre por más de 3 días, sangre o mucosidad en las deposiciones y/o deshidratación, se recomienda buscar atención médica para una evaluación adecuada.

La salmonella puede ser manejada con una atención adecuada y medidas preventivas. La clave está en una correcta manipulación de alimentos, prácticas de higiene y la búsqueda de atención médica oportuna en caso de síntomas intensos o persistentes.

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